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Jesús dijo: "Yo soy la luz del mundo", Juan 8:12. Exégesis, simbolismo, interpretación y significado

Jesús dijo: "Yo soy la luz del mundo", Juan 8:12. Exégesis, significado y simbolismo Jesús dijo: "Yo soy la luz del mundo", Juan 8:12. Exégesis, significado y simbolismo

El evangelio de Juan es el evangelio de la luz y de la vida eterna. Cristo nos dice "Yo soy la Luz", Juan 12:46. ¿Qué significa en la Biblia la luz?
Cuando hay luz vemos el camino, caminamos, tenemos guía. La luz simboliza la guía de Dios que nos indica el camino en situaciones difíciles.
La guía de Dios es un conocimiento intuitivo, sobre el presente y el futuro que se traduce en clarividencia y adivinación. Es importante entender que esto no debe ser tomado en un sentido negativo como espiritismo sino en un sentido positivo ya que la fuente de esta habilidad es la actividad contemplativa: "esto es la vida eterna que te conozcan a ti único Dios verdadero", Juan 17:3.
En la Biblia hay casos prácticos sobre la guía divina: José y la adivinación de los sueños de faraón en el libro de Genesis, Salomón que pide un corazón que sepa escuchar a Dios en el libro de Reyes, los Reyes Magos que son advertidos por Dios al encontrar al niño Jesús en los 4 evangelios.
Hay una enseñanza en el evangelio de Juan que añade conocimiento sobre la Luz:

"El que camina de día no tropieza,
porque ve la luz de este mundo;
en cambio el que camina de noche tropieza,
porque la luz no esta en el. 
Juan 11:9-10

Los que caminan de día, son los que tienen la seguridad, la confianza en Dios, por ese conocimiento particular de la naturaleza divina, no tropiezan, están libres del error, de la falla, de la maldición y la desgracia. "Ver la luz" en el evangelio de Juan significa contemplar a Dios, es decir entrar a la vida eterna.
Recordemos que la Vida Eterna son un conjunto de bendiciones que Dios otorga como adelanto de la vida en Gloria.
Estas bendiciones son: actividad contemplativa, longevidad o inmortalidad, felicidad de corazón y la guía de Dios.
Cristo nos esta diciendo que el es la "luz", la "guía de Dios".  Cristo personifica el Reino de Dios, personifica las perfecciones (dones) de Dios. El Reino de Dios es el orden divino de las cosas.
Entonces podemos afirmar que el reino de Dios es un ida y vuelta, es decir tiene un doble sentido, el hombre se hace “hijo de Dios” es decir el hombre busca y vive los dones (perfecciones) de Dios. Y por el otro “Dios se hace hijo del hombre” es decir los dones, las perfecciones de Dios se personifican en Cristo.
“El hombre se hace hijo de Dios, el Ágape (Amor bueno) se hace "Hijo del hombre”

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